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sábado, 17 de agosto de 2019

Otra entrada

¡Esta es otra entrada!




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jueves, 15 de agosto de 2019

El horror de leer sin sentir

Me sorprendió un día, una conversación con mi niña. Juntos leímos La Caída de la Casa Usher de Edgar Allan Poe. Al iniciar mi parte de la lectura, yo estaba completamente emocionado por las descripciones del exterior de la casa, el ambiente y los personajes eran escalofriantes. Al terminar mi parte de la lectura, la miro y noto una completa inmutabilidad en su rostro, es decir, un "poker face" total.

Ante mi primera sospecha le pregunté, — ¿entendiste lo que pasó?, — sí, claro. El hermano seguía conservando el cadáver de la hermana en el sótano y eran gemelos. Así, como si nada, ella tenía toda la información del texto. Había comprendido cada una de las palabras y la secuencia de los eventos. Mi perplejidad aumentó, ella entiende el contenido, pero no lo siente. Ahí descubrí una nueva forma del sentimiento del horror: !se puede leer sin sentir¡

Como es natural para un lingüista, seguí la pista de lo que ocurrió, como el detective Chevalier Auguste Dupin (en "Los crímenes de la calle Morgue"). Las preguntas de esta nueva investigación son: ¿se puede comprender un texto sin tener emociones en su lectura?, ¿qué papel tienen las emociones en el proceso de comprensión de un texto?

La cuestión será ampliar los posibles casos y encontrar las relaciones existentes entre la lectura y las emociones. Por ejemplo, un amigo nos cuenta la desgracia que le ha provocado su separación de la pareja con la estuvo por más de seis años; al final de su relato le decimos con desidiosa calma, — pues bueno, no es tan grave. Ánimo, no te sientas mal. ¿Será que hemos entendido el relato de desgracia? ¿qué es entender la desgracia ajena si no  es compartirla, experimentar un poco de ella? ¿puedo entender el relato en el contexto de mi amigo sin sentir la más ínfima pena?

emociones y narraciones

las emociones son muestras del cambio de estado de un sujeto frente a un objeto en un tiempo y lugar:
eso es una narración

“las emociones son acciones o movimientos, muchos de ellos públicos, visibles para los demás pues se producen en la cara, en la voz, en conductas específicas”
            — Antonio Damasio.

Del modo más básico, la diferencia entre una narración narración y una descripción, es que en la última nada está ocurre, nada sucede, es decir, no hay sucesión de eventos. Si hablamos sobre un objeto que no tiene ningún cambio, que no pasa por una sucesión de acontecimientos, entonces parece que estamos describiendo un único estado, no hay un relato.
Por su parte, la narración implica un cambio: algo se transforma en el modo en que un sujeto se encuentra, esto es, ocurre una transformación modal del sujeto.  Eso mismo es una emoción: cuando un sujeto se encuentra con un objeto, se establece una relación en la que se transforma el estado del sujeto al evaluar sus condiciones vitales frente a esa situación. Si el encuentro es benéfico, entonces habrá una cambio en su estado, valorado como positivo; pero si es perjudicial para su condición vital, entonces su cuerpo adoptará un estado que será negativo con el fin de rechazar o recuperarse luego del encuentro con ese objeto o circunstancia.
En últimas, el mecanismo biológico de las emociones presenta los elementos fundamentales de la narración. Un sujeto que cambia en el tiempo por entrar en relación con otros elementos. Piense en cualquier historia, como Caperucita, Los Vengadores, incluso, un chisme de pasillo, alguien estaba en un estado inicial y luego eso cambió. Caperucita aprendió la obediencia, Los Vengadores se sacrifican (como siempre) por la humanidad, alguien que estaba soltero, ya no lo está más.